Este fin de semana la hice en The Sweet Teapot en uno de los cursillos que imparten.
Después de ver cómo se hacen y el tiempo que cuesta, me quito el sombrero ante los artistas que las hacen a nuestro gusto tanto en diseño como en sabor.
Tienen infinitas posibilidades, te puedes volver majara y dejar volar tu imaginación. La pena va a ser hincarle el diente, pero bueno para eso también la he hecho!
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